Estudiar un instrumento supone muchísimos desafíos, y lo digo después de haber pasado yo mismo por varias experiencias y por dedicarme también a la enseñanza mientras sigo aprendiendo… Hace un tiempo pude cumplir unos de los sueños más grandes, abrazar el fuelle del bandoneon y comenzar otro camino más… Conocer a Bernardo y aprender de él fue encontrar a un maestro sensible, metódico y riguroso, pero también a un amigo que me ayudó con paciencia y cariño
a descubrir los misterios de este instrumento tan bello… Sus clases, además de didácticas y de aportar un material de estudio muy claro y sistemático, sirven de apoyo al desarrollo personal permitiendo descubrir nuevas posibilidades en cada sesión… Más que recomendado!!!